Guión

Los Juegos del Hambre

Una saga que despega en llamas

Domingo de Cine
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6 min readNov 14, 2013

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por Daniel Martínez Mantilla.

Nacida a raíz de la explosión de popularidad de la literatura juvenil, Los Juegos del Hambre’ tuvo que demostrar desde el principio que era algo más que un wannabe de fenómenos recientes como ‘Harry Potter o ‘Crepúsculo’. Aquellos que se molestaron en leer antes de juzgar esta nueva saga literaria descubrieron que, sin ser tampoco una maravilla, el relato contenía una serie de personajes, situaciones y conflictos interesantes con un potencial cinematográfico de lo más sugerente.

La escritora Suzanne Collins presentaba una historia distópica narrada en primera persona por una improbable heroína protagonista: Katniss Everdeen, una adolescente introvertida y socialmente incómoda que terminaba erigiéndose como símbolo de la revolución de un país oprimido. Hay más elementos destacados en la obra (la lucha por la supervivencia –presentada a través de los Juegos del Hambre–, el inevitable triángulo sentimental, la rebelión del pueblo, las consecuencias de la guerra), pero el corazón de la historia era aquel: una chica aparentemente inofensiva como fuente de debilidad de un cruel imperio.

Gary Ross (‘Pleasantville’) hizo un notable trabajo como guionista en la adaptación de la primera de las novelas (eliminando partes farragosas de la historia como el twist de los tributos mutados o diluyendo la irritación que podía producir la narración de Katniss en las novelas), pero su puesta en escena se convirtió en el principal enemigo de la película. El cineasta hizo lo que pudo con el reducido presupuesto de la producción, pero su decisión de rodar todas las escenas con la cámara al hombro terminó siendo agotadora y poco vistosa. La dirección no pudo o no supo explotar los elementos más espectaculares del material original, pero aún así era una película de aventuras más que digna y una producción muy superior a la media del género. Los Juegos del Hambre’ no trataba al espectador como un idiota y era disfrutable para todos los públicos.

Con la preproducción de la segunda parte llegaron las dudas. Ross se marchó del proyecto a pesar de su éxito crítico y comercial en todo el mundo. Las razones nunca se especificaron, pero es probable que en Lionsgate quisiera una visión más clásica para el resto de entregas de la saga. El impersonal Francis Lawrence le sustituyó, pero los problemas no desaparecieron. A menos de cinco meses del inicio el rodaje, ‘Los Juegos del Hambre: En Llamas’ no tenía guión ni guionista. A golpe de talonario llegaron Simon Beaufoy (‘The Full Monty’, ‘Slumdog Millionaire’) y Michael Arndt (‘Pequeña Miss Sunshine’, ‘Toy Story 3’), escritores de prestigio reconocido que sin embargo no tenían experiencia alguna en este tipo de producciones. Ambos se reunieron con Suzanne Collins y en un fin de semana crearon juntos la escaleta del siguiente largometraje de la franquicia. Que nadie cometa el error de creer que convertir un material ajeno en un guión es algo fácil. Teniendo en cuenta lo que se tarda en escribir un libreto y en las correcciones, necesarias las probabilidades de llegar a tiempo a la fecha de inicio de rodaje eran escasas (y ya sabemos qué pasa cuando nos ponemos a rodar a lo loco).

Lionsgate ha sobrevivido a su apuesta kamikaze. Los Juegos del Hambre: En Llamas’ supera con holgura los méritos de su predecesora. Las principales virtudes de la primera película siguen intactas (el tono de la historia, la pareja protagonista, el respeto al material y al espectador, la efectiva mezcla de elementos) en lo que es una clara herencia del buen trabajo de Ross lejos de las cámaras. ‘En Llamas’ despega gracias a un obvio aumento presupuestario que otorga al conjunto de la espectacularidad y vistosidad necesarias, especialmente durante los Juegos del Hambre y sus actos preliminares. También ayuda la aproximación más clásica en la puesta en escena del nuevo director. Lawrence opta por permitir respirar a sus planos — en tamaño y duración — y deja la cámara estática, sin renunciar a por ello a la tensión y la emoción en los momentos que la historia lo demanda (la visita de Katniss y Peeta al Distrito 11, la presentación de los tributos). No es una dirección personal ni particularmente memorable, pero sí funcional y efectiva.

Hay que reconocer los méritos del trabajo de Ardnt y Beufoy en la llegada a buen puerto de la secuela. Los guionistas recuperan hábilmente escenas cotidianas de la primera película para mostrarnos cuánto ha cambiado Katniss. La situación es la misma pero la respuesta de nuestra protagonista no puede ser más diferente (la caza con la que abre el film, la ceremonia de la cosecha): la dramática experiencia vivida durante los primeros juegos hace su efecto. El libreto introduce aquí un tema que terminará siendo clave en la conclusión de la saga: las consecuencias de los actos traumáticos que marcan para siempre la vida de los personas que los sufren.

A diferencia del 80% de los blockbusters actuales, ‘En Llamas’ no dura dos horas y medias porque sí y es que el relato se toma su tiempo para redibujarnos el universo en el que se desarrollan los acontecimientos. La situación política del país y el lugar emocional en el que están los personajes no es el mismo que el que caracterizaban los primeros compases de ‘Los Juegos del Hambre’. A diferencia de lo que pasaba en ‘Harry Potter y la Cámara Secreta’, ‘Star Trek en la Oscuridad’ o ‘Thor: El Mundo Oscuro’, desde un punto de vista narrativo no estamos simplemente ante un nuevo episodio de la serie de televisión más cara de la historia, si no ante la construcción del desencadenante de la revolución que tendrá lugar en ‘Sinsajo’.

Otra apunto interesante que nos lleva en dirección contraria al anterior film es la decisión de los guionistas de dejar al espectador en la arena una vez han arrancado los juegos. Sólo en una ocasión nos alejamos de la competición a muerte durante este tercer y último acto de la película. Perdemos las reacciones de los organizadores y el pueblo a los Juegos, pero a cambio ganamos en intensidad y fidelidad respecto al material original. No olvidemos que todo lo que sabemos en la novela es a través de las experiencias y la mirada de la protagonista. Katniss continúa siendo un personaje carismático que tiene un conflicto y una evolución que atrapa al espectador: es la heroína que no quiere serlo, una chica joven que no sabe renunciar a su personalidad y que al mismo tiempo debe hacerlo si quiere salvar a sus seres queridos. La película no tiene problemas en presentarla como alguien inmaduro y egoísta. Como la adolescente en pleno proceso de madurez a marchas forzadas que es, vamos. Katniss Everdeen es la gran protagonista que ‘Crepúsculo’, ‘Harry Potter’ e incluso ‘El Señor de los Anillos’ nunca tuvieron.

El desenlace de ‘En Llamas’ probablemente moleste a aquellos que no conozcan la historia y recuerden a los que sí leyeron los libros ese giro ciertamente cuestionable, pero era un obstáculo insalvable por los guionistas. A nadie le gusta que jueguen con él, pero no tiene sentido cambiar algo que en el fondo irritaría a los fans, dificultaría las cosas a los productores y no ayudaría necesariamente a la historia. La trampa no es el mejor recurso a seguir, pero en este caso puede tener ramificaciones interesantes en la continuación del relato.

Siempre habrá opiniones diversas sobre lo que es imprescindible en una adaptación y lo que se puede quedar fuera. Personalmente mi punto de vista es que todo lo que no es necesario, estorba, especialmente si quieres resumir en una película cuatrocientas páginas de un libro. ‘En Llamas’ es fiel al espíritu y los acontecimientos de su materia prima sin lastrar su condición de película.

Quizás esa sea razón de su éxito como película: ‘Los Juegos del Hambre’ funciona tanto para los que conocen ya la historia como para los nuevos espectadores, ya sean adolescentes que se acercan a la acción por su triángulo romántico o adultos que buscan una historia de rebelión y aventuras. No es una genialidad, pero funciona. Y de qué manera.

‘Los Juegos del Hambre: En Llamas’ se estrena en España el próximo viernes 22 de noviembre.

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